Kazuhide Takahama

Kazuhide Takahama nació en Miyazaki-Ken, Japón, el 1 de abril de 1930. Se graduó en arquitectura en Tokio y empezó a trabajar en la misma cuidad en el despacho de Kazuo Fuioka. A los 27 años realiza la muestra japonesa para la XI Trienal de Milán, en la que conoce a Dino Gavina, entre quienes se establece un mutuo entendimiento casi instantáneo, a pesar de la falta de idioma común. Pasan unos años y Takahama, amante de Europa, decide trasladarse a Bolonia, para trabajar con Gavina. Contacta con arquitectos-diseñadores italianos y respira el vivo clima cultural de este ambiente. Su personalidad y su profesión reflejan y simbolizan su doble cultura: oriental, en la que se ha formado; occidental, en la que se ha sumido. En la trayectoria de Takahama es muy difícil, sino imposible, no enfatizar el binomio Gavina-Takahama, símbolo de la importancia fundamental de las relaciones personales como base del éxito para hacer «buen diseño». Es tal vez el más presente y partícipe en las operaciones de Gavina: estaba en el mítico encuentro con Marcel Breuer en 1963, ha dibujado muebles para las diversas empresas que crea Gavina, Gavina s.p.a. (1960), Simon Internacional (1968), Sirrah (1974), Simongavina (1982), e, incluso, la fábrica y su mobiliario de Ultramobile en Calcinelli (Bolonia, 1996), un establecimiento de rara belleza y funcionalidad que albergará a esta marca desde su escisión de Simon Internacional.El primer mueble que realiza para Gavina spa en 1957, el banquillo Taka, es un diseño multiuso de carácter marcadamente oriental. Su falta de función específica lo convierte en idóneo para ofrecer en espacios públicos un descanso de buen diseño.La familia modular Marcel de puf, butaca y sofá es un homenaje de inspiración pop de Gavina a su amigo Marcel Duchamp. Producido por Gavina spa en 1965, la Knoll continuará su producción hasta 1975. De asiento informal, ofrece generosas superficies e imponente presencia para ofrecer descanso en grandes espacios.La mesa Sebastian, producida por Simon-Ultramobile en 1970, aporta una robusta estructura de base, de gran estabilidad, que permite la producción industrial y la elección de un sobre apto para espacios exteriores o de interior.La serie de sofás Suzanne (1965), la silla Kazuki (1968) o la lámpara premiada en 1976 con el Compasso d´Oro, otros de sus objetos más conocidos, son clara muestra de su capacidad de armonizar la belleza oriental y la cultura occidental.Su presencia en Bolonia, su carácter reservado y su presencia noble y silenciosa, han contribuido a conferir a Takahama una fama que nunca persiguió. Su madurez revela un trato y un perfil rigurosos, formalmente esenciales, enriquecidos por una constante poética y una sensibilidad marcadamente orientales.