Jaume Sans

Nacido en Sitges (Barcelona), Jaume Sans pasó gran parte de su infancia en Cuba con su familia. Años más tarde, ya en Barcelona entró en contacto con la revista L Amic de les Arts, una de las publicaciones periódicas que contribuyeron a revolucionar el panorama artístico de los años 20, editada en Sitges entre 1926 y 1929. Alrededor de la revista se agrupaban artistas como Salvador Dalí, el crítico Sebastià Gasch o los literatos J.V. Foix y Lluís Montanyá. 

Durante las primeras décadas del siglo XX los focos vanguardistas en España eran casi inexistentes, con la rara excepción de Barcelona. La ciudad fue un centro de acogida de artistas exiliados de la I Guerra Mundial y su tradición innovadora permitía la aparición de programas expositivos más audaces. Exposiciones como la de las Galeries Dalmau en 1912, que era la segunda de arte cubista celebrada fuera de París, o la Exposición Universal de 1929, que incluyó el revolucionario pabellón alemán de Mies van der Rohe, situaron la ciudad en el mapa artístico europeo.   

Durante 1932 y 1933 Jaume Sans asistió a la Escuela de Artes y Oficios, ante la oposición de su familia, donde conoció a Ángel Ferrant que supondría una profunda influencia en su obra. Sans fue miembro de Amics de l´Art Nou (ADLAN), grupo de artistas que promovía la difusión de artes nuevas y que organizaba exposiciones como la del Circo en Miniatura de Alexander Calder o la de Objetos de Joan Miró. En 1935 mostró su obra escultórica junto a Ramon Marinel·lo y Eudald Serra en la exposición Tres Esculptors organizada por ADLAN en las Galeries d´Art Catalònia de Barcelona. Esta exposición de estilo surrealista resultó clave en la evolución de la escultura catalana contemporánea. 

En esta misma época, Jaume Sans empezó también a expresarse a través de la pintura, con una predilección por las formas orgánicas. Su obra formó parte de la Exposición Lógicofobista de 1936 que fue la muestra surrealista más importante en España en aquellos tiempos. Celebrada en las Galeries D’Art Catalonia de Barcelona, estuvieron expuestas obras de Artur Carbonell, Leandre Cristòfol, Angel Ferrant, Jaume Sans entre otros. El logicofobismo añadió una pincelada poética y plástica a la radicalidad surrealista.  

El vanguardismo catalán estaba liderado por la ADLAN y los arquitectos del GATCPAC (Grupo de Arquitectos Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), encontrando una difícil aceptación entre el público local y una mejor acogida en el ámbito internacional. Por ello, artistas como Jaume Sans empezaron a internacionalizar sus obras hasta el estallido de la Guerra Civil Española que interrumpió todas sus actividades artísticas. Las obras de la guerra fueron esporádicas, entre ellas unos experimentos con collages de la compañía del arquitecto Alfonso Buñuel o una exposición de pintura en la sala Gaspar en 1958. 

A raíz del conflicto bélico, Jaume Sans empezó a desarrollar el diseño de su propio mobiliario. Entre los más destacados se encuentra la lámpara Pie de Salón, hoy editada por Santa & Cole. Desde entonces, el artista se dedicó al diseño industrial, trascendiendo la disciplina a sus tres hijos que hoy en día se dedican profesionalmente al mismo.  

Reivindicativo y persistente, Jaume Sans nos presenta una figura clave en el surrealismo catalán, así como su transición a los inicios del diseño industrial.