Nuestra sede en Belloch
Nuestras oficinas centrales están ubicadas en Parc de Belloch, una extensa finca que abarca más de 200 hectáreas, a unos 30 kilómetros al norte de Barcelona, camino de Francia. Los registros de Belloch (bello loco, lugar hermoso) se remontan a 972 y tiene una extensa historia que contar.
Entramos en Belloch en 2003 y hemos convivido muchos años con una larga y minuciosa renovación. Restaurar es un acto de amor. El tiempo cobra dimensión y presencia ante el trabajo bien hecho, ya sea grande o minúsculo, pues la lección más difícil es durar.
Desde 2003 Belloch nos sustenta y nos impulsa. En consonancia con su vocación educativa original, desarrollamos un parque de conocimiento lejos del bullicio de la ciudad y en sintonía con la naturaleza. Rodeados de los árboles de nuestro propio vivero, Belloch Forestal, cultivamos nuestra propia semilla para el futuro. Persona, ciudad, planeta. Buscamos la confluencia entre diseño, gestión y ecología. Tres áreas de conocimiento interesadas por la elegante simplicidad de amar lo que tenemos delante.
En Belloch producimos árboles e ideas, hacemos prototipos y discutimos cada material, cada detalle, cada intención. A nuestro alrededor, en un radio de unos 150 km, contamos con muchos buenos artesanos para la producción de nuestros productos.
Debemos al talento de Manuel Baldrich la composición arquitectónica y la construcción en 1965 de la Residencia Escolar de Belloch. Nosotros la vivimos hoy como una obra destacada del racionalismo catalán de posguerra, pero nació siendo un espacio pedagógico para más de un millar de niños y niñas de múltiples procedencias. Naturaleza a la mano, relaciones entre dentro y fuera, las cambiantes luces de las estaciones, pasillos y espacios que conectan, conciencia del uso polivalente, ambición de ser útil en el futuro.