Ramón Bigas
Barcelona, 1941
Ramón Bigas comenzó su formación académica en el campo de la Física, pero muy pronto intuyó que su lugar estaba en el universo creativo. En 1958, fundó junto a Pep Sant el estudio Associate Designers, un colectivo pluridisciplinar que se convirtió en referencia europea por su audacia conceptual y su capacidad para dar forma a ideas complejas. Desde ahí, Bigas dio el salto a una práctica que abarcó diseño industrial, gráfico, expositivo e incluso urbano, siempre con una mirada curiosa, radical y abierta.
Entre sus contribuciones más conocidas está el diseño exterior del tren de alta velocidad español (AVE), con el que desafió las convenciones visuales del transporte ferroviario en España, así como el simbólico pebetero olímpico de los Juegos de Barcelona ’92, una obra de ingeniería poética cargada de significado colectivo. Pero Bigas no se limitó a lo monumental: diseñó también lámparas, sillas, mesas o instalaciones navideñas para la ciudad de Barcelona, con la misma atención al detalle y voluntad de innovación.
La silla Ramón, con su estructura metálica ligera y el asiento trenzado a mano, resume bien su aproximación al diseño: equilibrada, austera, directa. Como él mismo ha expresado, el diseño no es invención pura, sino una forma de hacer realizables las ideas; una práctica donde la belleza emerge al ordenar lo complejo. La clave está en desmenuzar todos los componentes que rodean el producto.
Presidió el FAD entre 1995 y 2001, y dejó en cada uno de sus proyectos una ética del hacer bien las cosas, una voluntad de servicio y una inteligencia visual que siguen inspirando a nuevas generaciones.
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